lunes, 12 de diciembre de 2016

Lendo a Mohsen Emadi, os seus poemas, faíscas nesta noite que atravesamos cos días debaixo do brazo

O LUNS, 19 DE DECEMBROLEREMOS POEMAS DO POETA IRANI MOHSEN EMADI, NA Biblioteca Central de Ferrol, Praza de España, as sete e media da tarde. Estades todxs invitadxs






Numancia es un cuerpo vivo transformado en ideal. Una Idea transformada en resistencia. Una resistencia transformada en muda desesperación. Una desesperación transformada en ruina. Una ruina transformada en palabra. Una palabra robada.
Yo fui Numancia.

1
Embebido en bebida
veo el crepúsculo en el Paraíso
momento de ausencia de calor del Infierno
y de repente la noche
a partir de esta improbable lejanía
sin presencia
de
infiernos
de
tantísimas
estrellas
el
cielo
no
es
hermoso

2
Tu belleza se ha creado desde el fuego
desde la tierra tu alma
de forma que no alcances mi fuego
camino sobre la tierra
sobre la gravedad de tu belleza
incendio el paisaje
el paisaje viene ardiendo por delante
y mi existencia es asediada en un estrecho círculo
que traslado por todas partes
en el contorno de mi cuerpo.

3
Cuando caminas
se incendia de mi lengua materna la distancia
entre tus pies descalzos y la tierra
extiendo una alfombra bajo tus pies
para que bailes
y contemplándote
en mi voz
lanzo al viento
un poema de ceniza.

4
En las riberas del infierno
veo miles de extraños transeúntes
a los que la muerte hace bellos
y la tragedia transparentes
a través de su absoluta transparencia
veo tus ojos
¡cuán hermosos
brillan
en la lejanía!
5
Escribo de tus ojos
y las palabras se funden y derriten
de un trago bebo el texto
y emponzoñado recorro callejones
los transeúntes se envenenan
embellecen
tu belleza abraza a un niño loco
y recorre callejones
te pinto con ese niño en brazos
sobre el ataúd de las palabras.
6
La espera
es sentarse a velar las palabras
sentarse a solas
contemplar las cosas
contemplar cómo las cosas pierden sus sombras
caminando por un soportal sin sombra
del que eres la única existencia
con sombra
la espera
es una pala de sepulturero enterrando su propia sombra
el infierno
el único mundo
sin sombra.
7
No tengo palabras para dirigirme a ti
no tengo palabras para dirigirme a tu ausencia
no tengo palabras para dirigirme a mí mismo en tu ausencia
no tengo palabras para dirigirme a mí mismo
si avanzo sólo un paso más allá del fuego que asedia mi cuerpo
me convertiré en sombra
y el mundo encontrará sus palabras otra vez
en mi ausencia
en la presencia de mi sombra
ardo
y mis cenizas
evocarán
en la forma de mi sombra
la palabra que yo fui en tu ausencia.
8
El viento
no tiene sombra
sopla desde el infierno
como hacia la tierra
gélido, cálido
esparciendo cenizas
incendiando el carbón medio quemado de las palabras
es el acto mismo de dirigirse a alguien
es la intensidad
la intensidad del anhelo
la intensidad de la espera
mi sombra en el viento
te invoca.
9
No hay dos personas
que puedan atravesarse una a otra
pero dos sombras se traspasan fácilmente
por eso habitan el mundo de la absoluta soledad
y Dios, en su soledad absoluta
imaginó un momento en que su mano
rodeaba el calor de tu cuerpo
y traspasaba el callejón oscuro hasta posarse en una puerta
y tú le besabas por primera y última vez
y él, en el calor de tus labios
podía tocar la corporeidad de su imaginación
y crear la tierra con esta sustancia:
la caliente corporalidad de imposible
10
Sobre la tierra de tu alma
espinos silvestres han crecido
se han cerrado las puertas
se han vaciado las casas
sobre la tierra planto una rosa roja
y tu belleza la incendia
sobre la tierra de tu alma sólo crecen plantas silvestres
con pena extraigo las espinas
y las espinas crecen en mis manos de repente
cubierto de espinas escapo en huracanes
si no fueras tan hermosa
el infierno no sería tan ardiente.
11
Un caballo blanco huía en el viento
una mano me levantó del suelo y me sentó a lomos del caballo
galopando por callejones vacíos
rumor de sombras y hojarasca
por el calor de tu cuerpo
por el aroma de tu cabellos azotando al viento mi rostro
supe quien llevaba las riendas
no podía verte
rozaba tu desnudez parado en un callejón
no había viento
las herraduras tintineaban
frente a cada casa colgaban una mujer
frente a cada casa nos paramos
con manos invisibles soltaste a la mujer desde el patíbulo
todas las mujeres se te parecían
eran tú
¡eran tú!
12
Una cama blanca
cerca de campos quemados
y embriagador aroma de la tierra antes de la lluvia
me diste una daga
desnuda, te tumbaste en la cama:
«escribe con la daga un poema sobre mi cuerpo
para verme»
absorto en ti quedé
absorto en las palabras que surcaban tu piel
vi tus manos en sangre
la ternura de tus pies
tus senos
tus ojos
pero no pude escribirlos
en sangre hiciste el amor conmigo
y el abismo de tu mirada
me devoró
a mí y a mis palabras
sobre una cama roja
cerca de campos quemados.
13
En tus abrazos
brillaban mis palabras
la lluvia las desnudaba de sangre
las desnudaba de muerte
y en la forma de tu cuerpo
se entretejían en mí
el viento soplaba desde el abismo de tus ojos
y me hacía flotar con mis palabras sobre un lecho cristalino
reí con el rostro de todos los hombres
con ese rostro lloré
sin nombre
estaba en la cuna de mi infancia
y la cuna temblaba y temblaba
y un caballo blanco relinchaba
en los campos quemados.
14
Fui un cavernícola
en el abismo de tus ojos
y desde la cima de tus senos observaba las estrellas
tantísimos infiernos
en bebida embebido
para encontrar mi camino a tus labios
que con besos de imposible
en tu voz
me darían un nombre
que solamente se escucha
en el territorio de tu cuerpo.
15
Me congelaba en tus ojos
mientras le mirabas acercarse pesadamente
y cuando te atravesaba
cubrí sus huellas
sobre tu cuerpo nevado
un día, lo informe de la vida
se paró frente a ti
y absorta en su contemplación te devoró
sin tierra
sin gravedad
con mis palabras
me sumí en el infinito
que derretía la nieve de tu belleza
esmaltando mis palabras
multiplicándome en el verbo «caer»
en todas las hojas desprendidas
en las lágrimas derramadas.
16
Fui la caída de Adán
abandoné tu belleza en las manzanas
cayendo en Roma
abandoné tu belleza en las ruinas
cayendo en Hamlet
abandoné tu belleza para Ofelia
estuve en todas las muertes
y en todas las ruinas
pero después de la batalla
después de las matanzas
el esplendor de los paisajes alcanzaba tu belleza
y tu belleza era memoria
cubrí cuanto pudiera caer
con esmalte de tu belleza
esmalte de memoria.
17
Y fui multiplicándome
hasta donde alcanzaba presencia la palabra
y era presencia de palabra la presencia de tu belleza
era tu ausencia
me multiplicaba y creaba la eternidad
quería no ser eterno
no caer
nevaba
había caído dentro de las hojas antes
había caído con nevadas en sus hombros
y con ellos caí en la nieve
en sus besos
en su desnudez
fui la manzana de lo imposible
fui Adán, fui Eva
caí sobre la tierra
me hice imposible
siendo
y sin ser.
18
Cerca del castillo quemado
cada año crece un árbol con una sola manzana
cerca del castillo quemado relincha un caballo blanco una sola vez
cerca del castillo quemado recojo la manzana
a lomos del caballo la muerdo, es amarga
estoy en el castillo
evoco recuerdos de una manzana
que los habitantes del castillo quemado no pudieron morder
me miro en el agua
soy hermoso
en el agua un hombre y una mujer hacen el amor
me veo en la mujer
me veo en el hombre
desde fuera me he desvanecido
desde dentro me he multiplicado
nada puedo recordar
no existo.
Traducción de Manuel Bigorri y Manuel Llinas

jueves, 5 de mayo de 2016

LENDO A MANUEL MARIA, 16 de Maio, na BIBLIOTECA CENTRAL DE FERROL



A fala. Manuel María

O idioma é a chave
coa que abrimos o mundo:
o salouco máis feble,
o pesar máis profundo.

O idioma é a vida,
o coitelo da dor,
o murmurio do vento,
a palabra de amor.

O idioma é o tempo,
é a voz dos avós
e ese breve ronsel
que deixaremos nós.

O idioma é un herdo,
patrimonio do pobo,
maxicamente vello,
eternamente novo.

O idioma é a patria,
a esencia máis nosa,
a creación común
meirande e poderosa.

O idioma é a forza
que nos xungue e sostén.
¡Se perdemos a fala
non seremos ninguén!

O idioma é o amor,
o latexo, a verdade,
a fonte da que agroma
a máis forte irmandade.

Renunciar ao idioma
é ser mudo e morrer.
¡Precisamos a lingua
se queremos vencer!
                                           Manuel María (2001). Obra poética completa I (1950-1979) (A Coruña: Espiral Maior)

viernes, 8 de abril de 2016

LUNS 11 DE AVRIL, LENDO POEMAS




Leremos poemas de VINICIUS DE MORAES, e 

escoitaremos algúns deles na asollada voz escura de

 Eugenia Eugenia Manuela Sanmartin Alonso

Precedidos de unha escolma de poemas das poetas

 que visitannos este ano na POESÍA SALVAXE

Dores Tembrás


Kali Kali Ferrández


Raquel Nobre Guerra



Sivia Silvia Penas Estàevez


lunes, 22 de febrero de 2016

Manifesto no Día de Rosalía de Castro 2016

http://axendaaelg.blogaliza.org/2016/02/22/manifesto-da-aelg-no-dia-de-rosalia-2016/

Manifesto
da Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega (AELG)
no Día de Rosalía de Castro 2016


Rosalía libre e sen medo ningún

Non podemos saber como sería hoxe Rosalía de Castro. Ou si: sería como era, como foi, como segue a ser, como é Rosalía. E como é Rosalía, que agora non o podemos saber?

Sabemos, sabemos. Sabemos que foi verdadeira, que viviu toda a súa vida con verdade e que foi unha persoa libre, e sabemos que a liberdade hai que pagala e por iso a súa vida foi dura.
Non hai liberdade se a palabra non é libre, e por iso ela escribiu sen medo ningún para combater «aos que sen coñecemento algún nin razón, nos desprezan, que a nosa lingua non é aquela que bastardean e chapurran nas máis ilustradísimas provincias, cun riso de mofa.» A súa preocupación polo país nacía dun orgullo profundo de ser galega, «o máis triste nesta cuestión é a falsedade con que fóra de aquí pintan así aos fillos da Galiza como da Galiza mesma.»

Escribiu poesía, e a poesía abrázao todo: a alegría, a esperanza, a dor..., e tamén a denuncia da opresión, e tamén as proclamas da política da liberdade. Nos seus versos cabe a liberdade da Galiza e tamén a xustiza social que reclama para todos os «desherdados», mesmo explicitamente para os traballadores: «Obreros incansables, yo os saludo.»

E se escribía sobre os demais, os demais que sufrían, era porque o sentía. Toda a súa poesía é lírica; non nace das ideas, que nace dos sentimentos, afectos e emocións da autora.

E todo o que ela sentía e toda a xente que ela sentía como súa, habitaba dentro dun mundo vivo todo el. Poucas veces a natureza aparece tan constantemente, rodeando e envolvendo a vida toda. As augas, as árbores, as plantas, os ceos, un mundo vivo e activo, ás veces amábel e familiar:

Baixo a prácida sombra dos castaños
do noso bon país
baixo aquelas frondosas carballeiras
que fan dose o vivir;
cabe a figueira da paterna casa
que anos conta sin fin,
qué contos pracenteiros, que amorosas
falas se din alí!

E, cando dentro dela lle nace unha pena, sempre ten a certeza de que aí fóra hai uns ceos claros onde mora a esperanza:

No ceo, azul crarísimo;
no chan, verdor intenso;
no fondo da alma miña,
todo sombriso e negro.

Ninguén lle quite a Rosalía o que Rosalía dixo e foi: «Solo cantos de independencia y libertad han balbucido mis labios.» Ninguén diga que foi muller encollida ou, sequera, vencida. Non escribía con tinta, que escribía con sangue: «Mollo na propia sangre a dura pluma.»

Estaba posuída por unha forza e unha ansia sen igual. E comezou a vivir a vida con esa alegría, foi unha moza destemida que desafiou as convencións feitas para encerrar as mulleres «pues siempre cuando yo paso/ de mí murmuran y exclaman.» Desde o principio quixo ser escritora, muller escritora, e enfrontouse ao destino que tiñan as mulleres da época desde que nacían simplemente por naceren mulleres: «desde la cuna ya, el ruido de las cadenas que debían aprisionarme para siempre, porque el patrimonio de la mujer son los grillos de la esclavitud.» E desde moi nova decidiu ser creadora e fixo por selo, fixo por ser muller escritora. E foino, contra todo e contra todos.

Acabou sendo querida pola xente que ela máis quería, a xente humilde que fixo dela unha bandeira, unha estreliña de esperanza. «¡Ai, dos que levan na frente unha estrela! ¡Ai, dos que levan no bico un cantar!», dixo dela o noso Curros. Mais non puido evitar tropezar coas paredes da realidade social, non puido ter o éxito como novelista profesional que arelaba. Encerrada na casa, criando a súa rolada de fillos, atravesada pola dor da perda dalgúns deles, acabou a súa vida como o que foi, unha escritora a riscar papeis «na gran sala» da súa casa.

Non conseguiu en vida o recoñecemento que merecía mais non foi vencida, chegou aos seus últimos días coa arma de escritora na man. Rosalía viviu libre e campa aínda libre arredor de nós, é unha sombra clara que nos anima a vivir en liberdade sempre. Sempre libres, sempre en Galiza, a nación de Rosalía. «O noso bon país», di ela.



Suso de Toro
Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega (AELG)

viernes, 12 de febrero de 2016

MARIO CESARINY, con nos, o luns 22 de febreiro, Biblioteca, Ferrol

«O regresso de Ulisses»,
O regresso de Ulisses
O HOMEM É UMA MULHER QUE EM VEZ DE TER UMA CONA TEM UMA PIÇA, O QUE EM NADA PREJUDICA O NORMAL
ANDAMENTO DAS COISAS E ACRESCENTA UM TIC DELICIOSO À DIVERSIDADE DA ESPÉCIE. MAS O HOMEM É UMA MULHER
QUE NUNCA SE COMPORTOU COMO MULHER, E QUIS DIFERENCIAR-SE, FAZER CHIC, NÃO CONSEGUINDO COM ISSO SENÃO
PRODUZIR MONSTRUOSIDADES COM ESTA FAMOSA «CIVILIZAÇÃO OCIDENTAL» SOB A QUAL SUFOCAMOS MAS QUE,
FELIZMENTE, VAI DESAPARECER EM BREVE. | PELO CONTRÁRIO, A MULHER, QUE É UM HOMEM, SOUBE SEMPRE GUARDAR AS
DISTÂNCIAS E NUNCA PRETENDEU SUBSTITUIR-SE À VIDA SISTEMATIZANDO PUERILIDADES, COMO FILOSOFIA, AVIAÇÃO,
CI NCIA, MÚSICA (SINFÓNICA), GUERRAS, ETC. ALGUNS PEDANTES QUE SE TOMAM POR LIBERTADORES DIZEM-NA
«ESCRAVA DO HOMEM» E ELA RI ÀS ESCÂNCARAS, COM A SUA CONA, QUE É UM HOMEM. || DESDE O INÍCIO DOS TEMPOS,
ANTES DA ROBotSTÓNICA GREGA, OS ÚNICOS HOMENS-HOMENS QUE APARECERAM FORAM OS HOMENS-MEDICINA, OS
HOMENS-XAMAS (HOMOSSEXUAIS ARQUIMULHERES). ESSES E AS AMAZONAS (SUPER-MULHERES-HOMENS). MAS UNS E
OUTRAS ERAM DEMAIS, E DESDE O INÍCIO DOS TEMPOS QUE PENÉLOPE ESPERA O REGRESSO DE ULISSES. MAS O REGRESSO
DE ULISSES É O HOMEM QUE É UMA MULHER E A MULHER QUE É UMA MULHER QUE É UM HOMEM.
El regreso de Ulises
EL HOMBRE ES UNA MUJER QUE EN VEZ DE TENER UN COÑO TIENE UNA
PICHA, LO QUE EN NADA PERJUDICA LA NORMAL MARCHA DE LAS COSAS
Y AÑADE UN TIC DELICIOSO A LA DIVERSIDAD DE LA ESPECIE. PERO
EL HOMBRE ES UNA MUJER QUE NUNCA SE COMPORTÓ COMO MUJER,
Y QUISO DIFERENCIARSE, HACER CHIC, NO CONSIGUIENDO CON ELLO SINO
PRODUCIR MONSTRUOSIDADES COMO ESTA FAMOSA «CIVILIZACIÓN
OCCIDENTAL» QUE NOS SOFOCA PERO QUE, FELIZMENTE,
VA A DESAPARECER EN BREVE.
POR EL CONTRARIO, LA MUJER, QUE ES UN HOMBRE, SUPO SIEMPRE
GUARDAR LAS DISTANCIAS Y NUNCA PRETENDIÓ SUSTITUIR LA VIDA
SISTEMATIZANDO PUERILIDADES, COMO FILOSOFÍA, AVIACIÓN, CIENCIA,
MÚSICA (SINFÓNICA), GUERRAS, ETC. ALGUNOS PEDANTES QUE SE CREEN
LIBERTADORES LA LLAMAN «ESCLAVA DEL HOMBRE» Y ELLA RÍE CON
DESCARO, CON SU COÑO, QUE ES UN HOMBRE.
DESDE EL INICIO DE LOS TIEMPOS, ANTES DE LA ROBOTÓNICA GRIEGA,
LOS ÚNICOS HOMBRES-HOMBRES QUE APARECIERON FUERON
LOS HOMBRES-MEDICINA, LOS HOMBRES-CHAMANES (HOMOSEXUALES
ARCHIMUJERES). ÉSOS Y LAS AMAZONAS (SUPER-MUJERES-HOMBRES).
PERO UNOS Y OTRAS ERAN EXCESIVOS. Y DESDE EL INICIO DE LOS TIEMPOS
ESPERA PENÉLOPE EL REGRESO DE ULISES. PERO EL REGRESO DE ULISES
ES EL HOMBRE QUE ES UNA MUJER Y LA MUJER QUE ES UNA MUJER
QUE ES UN HOMBRE.

Um Grande Utensílio de Amor

um grande utensílio de amor

meia laranja de alegria

dez toneladas de suor

um minuto de geometria


quatro rimas sem coração

dois desastres sem novidade

um preto que vai para o sertão

um branco que vem à cidade


uma meia-tinta no sol

cinco dias de angústia no foro

o cigarro a descer o paiol

a trepanação do touro


mil bocas a ver e a contar

uma altura de fazer turismo

um arranha-céus a ripar

meia-quarta de cristianismo


uma prancha sem porta sem escada

um grifo nas linhas da mão

uma Ibéria muito desgraçada


um Rossio de solidão

domingo, 10 de enero de 2016

O DÍA 25 DE XANEIRO, LUNS, ROBERTO BOLAÑO SERA O NOSO POETA



El burro

A veces sueño que Mario Santiago
viene a buscarme con su moto negra.
Y dejamos atrás la ciudad y a medida
que las luces van desapareciendo
Mario Santiago me dice que se trata
de una moto robada, la última moto
robada para viajar por las pobres tierras
del norte, en dirección a Texas,
persiguiendo un sueño innombrable,
inclasificable, el sueño de nuestra juventud,
es decir el sueño más valiente de todos
nuestros sueños. Y de tal manera
cómo negarme a montar la veloz moto negra
del norte y salir rajados por aquellos caminos
que antaño recorrieran los santos de México,
los poetas mendicantes de México,
las sanguijuelas taciturnas de Tepito
o la colonia Guerrero, todos en la misma senda,
donde se confunden y mezclan los tiempos:
verbales y físicos, el ayer y la afasia.
Y a veces sueño que Mario Santiago
viene a buscarme, o es un poeta sin rostro,
una cabeza sin ojos, ni boca, ni nariz,
sólo piel y voluntad, y yo sin preguntar nada
me subo a la moto y partimos
por los caminos del norte, la cabeza y yo,
extraños tripulantes embarcados en una ruta
miserable, caminos borrados por el polvo y la lluvia,
tierra de moscas y lagartijas, matorrales resecos
y ventiscas de arena, el único teatro concebible para nuestra poesía
Y a veces sueño que el camino
que nuestra moto o nuestro anhelo recorre
no empieza en mi sueño sino en el sueño
de otros: los inocentes, los bienaventurados,
los mansos, los que para nuestra desgracia
ya no están aquí. Y así Mario Santiago y yo
salimos de la ciudad de México que es la prolongación
de tantos sueños, la materialización de tantas
pesadillas, y remontamos los estados
siempre hacia el norte, siempre por el camino
de los coyotes, y nuestra moto entonces
es del color de la noche. Nuestra moto
es un burro negro que viaja sin prisa
por las tierras de la Curiosidad. Un burro negro
que se desplaza por la humanidad y la geometría
de estos pobres paisajes desolados.
Y la risa de Mario o de la cabeza
saluda a los fantasmas de nuestra juventud,
el sueño innombrable e inútil
de la valentía.
Y a veces creo ver una moto negra
como un burro alejándose por los caminos
de tierra de Zacatecas y Coahuila, en los límites
del sueño, y sin alcanzar a comprender
su sentido, su significado último,
comprendo no obstante su música:
una alegre canción de despedida.
Y acaso son los gestos de valor los que
nos dicen adiós, sin resentimiento ni amargura,
en paz con su gratuidad absoluta y con nosotros mismos.
Son los pequeños desafíos inútiles -o que
los años y la costumbre consintieron
que creyéramos inútiles-los que nos saludan,
los que nos hacen señales enigmáticas con las manos,
en medio de la noche, a un lado de la carretera,
como nuestros hijos queridos y abandonados,
criados solos en estos desiertos calcáreos,
como el resplandor que un día nos atravesó
y que habíamos olvidado.
Y a veces sueño que Mario llega
con su moto negra en medio de la pesadilla
y partimos rumbo al norte,
rumbo a los pueblos fantasmas donde moran
las lagartijas y las moscas.
y mientras el sueño me transporta
de un continente a otro
a través de una ducha de estrellas frías e indoloras,
veo la moto negra, como un burro de otro planeta,
partir en dos las tierras de Coahuila.
un burro de otro planeta
que es el anhelo desbocado de nuestra ignorancia,
pero que también es nuestra esperanza
y nuestro valor.
Un valor innombrable e inútil, bien cierto,
pero reencontrado en los márgenes
del sueño más remoto,
en las particiones del sueño final,
en la senda confusa y magnética
de los burros y de los poetas.


poetas para o PRIMEIRO SEMESTRE DESTE ANO 2016